Focos rojos en Aguascalientes
Esta semana, el secretario de Seguridad Pública Municipal confirmó que tres bodegas del Centro Comercial Agropecuario fueron intervenidas tras confirmarse actos de extorsión. Lo anterior, precisó, tras una investigación encabezada por la Fiscalía del Estado. Un día antes, la dirigencia estatal de Morena denunció una red de extorsión en la que presuntamente estarían involucrados administradores del lugar.
En las versiones públicas, las autoridades han reiterado que no hay indicios de la participación sistemática y organizada, de un grupo criminal, en estos hechos. Sin embargo, entre el empresariado preocupa que éste delito, presente en todo el país, esté cobrando fuerza en la entidad. De hecho, recordemos, fue hace unas semanas cuando en la capital aparecieron diversas narcomantas, en las que una supuesta alianza de cárteles aseguraba que “iría”, entre otros, por los extorsionadores.
Pero más allá del tema de las extorsiones, un delito que por su naturaleza es complejo en su medición, Aguascalientes no es ajeno a la ola de inseguridad y violencia que se vive en prácticamente todo el territorio nacional. Si nos vamos a las cifras oficiales, las del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Aguascalientes ha registrado poco más de 19 mil delitos en lo que va de 2025.
Lo anterior es poco si lo comparamos con entidades como el Estado de México, que registró 179 mil delitos en el mismo periodo; pero elevado si lo comparamos con los mil o 2 mil trecientos delitos que se registraron en entidades como Tlaxcala y Yucatán. De hecho y de acuerdo con la última entrega de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, entre marzo y junio de este año, la percepción de inseguridad aumentó en la capital del estado, pasando de cuarenta a cuarenta y dos por ciento.
La cifra de homicidios dolosos, por otra parte, aunque no es alarmante también ha venido en aumento en los últimos años. De 2022 a 2024, según el SESNSP, los homicidios pasaron de setenta a ciento doce por año. No es raro que día con día, no sólo en los municipios del interior, sino en las zonas de alta incidencia delictiva de la capital, se registren ataques con armas de fuego relacionadas con la venta de drogas.
De la mano de lo anterior camina la problemática de la descomposición del tejido social, principalmente entre los jóvenes. De acuerdo con la fundadora de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), Kena Moreno, Aguascalientes se encuentra por arriba de la media nacional en el consumo de drogas como la marihuana, el cristal, el alcohol y el tabaco. A ello hay que sumar las riñas, en las cuales se usan todo tipo de armas blancas, que se han vuelto un dolor de cabeza para la policía municipal.
Por si fuera poco a estos focos rojos, que han ido aumentando la percepción de que algo pasa en Aguascalientes, hay que sumar los ataques con armas de fuego a plena luz del día y en avenidas principales de la ciudad: uno en julio de 2024 (el de Luis Aispuro) y otro hace dos semanas (contra el hermano de la diputada local, Jetsabel Sánchez).
En medio de este peligroso escenario, la gobernadora del Estado, Teresa Jiménez, se reunió con el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, para alinear los esfuerzos de la Federación y de los cuerpos de seguridad del Estado. Nadie puede negar que el apoyo de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano ha sido fundamental para la contención de las actividades criminales que amenazan los límites con Zacatecas, Jalisco y Guadalajara.
Desafortunadamente, los focos rojos están ahí y siguen aumentando como si se tratara de una epidemia que amenaza la tranquilidad de las familias de nuestro estado.