El gobierno de EE. UU. busca aplicar un arancel del 17.9% al jitomate mexicano, lo que afectaría a exportadores locales
Aguascalientes produce 56 mil toneladas anuales de jitomate en 750 hectáreas, principalmente para exportación
Autoridades trabajan con productores para abrir nuevos mercados y mitigar el impacto comercial del posible arancel.
Ante la intención del gobierno de Estados Unidos de imponer un arancel del 17.9% al jitomate mexicano, autoridades federales y estatales consideran necesario ampliar los canales de comercialización de este producto, cuya exportación al país vecino representa hasta el 90% del total nacional.
En Aguascalientes, se producen anualmente 56 mil toneladas de jitomate en 750 hectáreas distribuidas entre cultivos de invernadero y cielo abierto, informó el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial del Estado (SEDRAE), Isidoro Armendáriz García: “El tema del jitomate es muy controvertido que data de 1996, donde en bastantes coyunturas se ha puesto sobre la mesa la discusión del llamado ‘dumping’, por la discriminación de los precios del producto mexicano respecto a los precios de los productores de Estados Unidos”.
Asimismo, explicó que esta es una queja recurrente entre productores estadounidenses, quienes acusan una competencia desleal; sin embargo, el funcionario recordó que en varias ocasiones el gobierno mexicano ha logrado, mediante negociaciones, evitar la aplicación de aranceles. Actualmente, las secretarías de Economía y de Agricultura trabajan en mesas técnicas con los productores para definir una estrategia que contemple la posible imposición del arancel y, al mismo tiempo, la búsqueda de nuevos mercados.
En el caso local, SEDRAE mantiene comunicación con los productores para ofrecerles asesoría y abrir nuevas rutas de distribución en caso de que la postura del gobierno estadounidense se mantenga inflexible.
Armendáriz García explicó que un arancel del 17.9% afectaría directamente la rentabilidad del producto, al incrementar los costos de certificación, traslado y búsqueda de nuevos mercados; no obstante, subrayó que el jitomate aguascalentense se mantiene competitivo, incluso en escenarios adversos.
De igual manera, aclaró que, si bien el arancel implicaría ajustes en el precio de compra para las empresas estadounidenses, aun así el jitomate nacional seguiría siendo más barato que en su propio mercado local.
El funcionario detalló que en el estado existen invernaderos consolidados, con superficies de entre cinco y diez hectáreas, que operan bajo esquemas de alta eficiencia, lo que permite un flujo constante de camiones hacia el mercado estadounidense. Por último, agregó que hay entre 20 y 25 productores de jitomate en invernadero y entre 150 y 200 en cielo abierto, quienes comúnmente también cultivan otras hortalizas como lechuga, calabaza y diversos vegetales.