Octavio de la Torre de Stéffano, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO SERVYTUR), advirtió que aunque las reformas laborales pueden representar avances para los trabajadores, actualmente no existe un equilibrio que considere la realidad de los negocios familiares, especialmente de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), que representan el 95% de los más de dos millones de afiliados a la organización.
“Ha venido dándose una serie de reformas que son positivas, pero no hay un equilibrio en cuanto a voltear a ver los negocios familiares y ver de qué manera se les apoya, especialmente en los que se encuentran establecidos”, señaló.
Con respecto a la productividad, explicó que con la entrada en vigor de la llamada ley silla, la jornada laboral efectiva se ha reducido. “Hoy en día la ley establece que la jornada es de 48 horas, y de las cuales realmente productivas son 45. Con la ley silla que entró en vigor… ya no son 45, ya son 42 horas productivas, porque por lo menos se tiene que dar 15 minutos de descanso cada 3 horas en una jornada de 8 horas”, detalló.
Si la jornada laboral se reduce a 40 horas, como plantea la iniciativa de reforma, las horas efectivas de trabajo quedarían en 34, mientras que se seguiría pagando el equivalente a 48. “Lo que estamos buscando es cómo sí se logra la reforma. Hicimos ocho propuestas, las cuales ya tiene la presidenta, la secretaría y los gobernadores, que están enfocadas en ver cómo ayudamos a los que dan empleo formal para que puedan tener menos cargas”, indicó.
De la Torre de Stéffano subrayó que, al menos para el sector comercio, servicios y turismo, una reducción de jornada no es viable en este momento, debido a que su funcionamiento depende del flujo constante del consumidor. “Nuestro sector es sensible al flujo del consumidor. No es industria, es un sector de personas y es el motor de la economía en México. Pero también es el sector que tiene más MIPYMES. Es la tintorería, la ferretería, la abarrotería, los que están en las poblaciones”.
Además de las jornadas reducidas, advirtió que los incrementos salariales constantes han puesto en jaque a los empleadores. Afirmó que incluso al consultar directamente a los trabajadores sobre sus preferencias entre trabajar menos o ganar más, respondieron que ganar más.
Detalló que por cada 100 pesos que recibe un trabajador, 39 pesos adicionales se van en impuestos y cuotas obrero-patronales: “Son de impuesto sobre la renta, de impuestos sobre nómina y de cuotas obrero-patronales, IMSS e Infonavit. Vamos viendo cómo sí, pero hay que ver cómo ayudamos a los negocios que generan seguridad”.
Criticó que este tipo de reformas pueden incentivar aún más la informalidad. Actualmente el 54% de la población económicamente activa está dentro de la informalidad, esto implica sueldos más bajos que el mínimo, no tener prestaciones ni derechos laborales.
Finalmente, el presidente de CONCANACO destacó que los pequeños negocios familiares son la base del tejido económico y social del país, y pidió que no queden fuera del análisis legislativo. Recordó que la mayoría de las empresas del sector comercio, servicios y turismo están conformadas por personas que día a día luchan por sacar adelante su negocio, muchas veces desde espacios modestos y con recursos limitados. Subrayó que es indispensable que las políticas públicas reconozcan esta realidad y generen condiciones para que estos emprendimientos sigan siendo fuente de empleo y desarrollo en las comunidades.