El pasado sábado 26 de julio, Aguascalientes vivió una amarga jornada que rompió con la calma que suele caracterizar a la entidad. Desde primeras horas de la mañana, en la comunidad de Pabellón de Hidalgo (municipio de Rincón de Romos), autoridades federales y estatales desmantelaron un campamento clandestino presuntamente vinculado a la fabricación de drogas sintéticas. En el operativo participaron Fuerzas Especiales de la Policía Estatal, el Ejército y la Guardia Nacional, y culminó con la captura de 18 personas y el aseguramiento de armamento de alto poder, así como de sustancias químicas utilizadas para la elaboración de estupefacientes.
La respuesta de los integrantes de la célula criminal no se hizo esperar. En represalia, se registraron al menos cuatro bloqueos carreteros en puntos como la carretera federal 45 Norte, la carretera estatal 25 rumbo a Villa Juárez y la vía hacia El Chicalote, donde fueron incendiados camiones de carga, camionetas de transporte foráneo y vehículos particulares. Más de veinte automotores quedaron convertidos en barricadas de fuego. Además, en diversos municipios -incluyendo Jesús María y San Francisco de los Romo– se reportaron ataques con bombas molotov a por lo menos tres tiendas de conveniencia.
Al mediodía, la Fiscalía General del Estado informó que, sumadas a las 18 detenciones iniciales, otras nueve personas fueron aprehendidas en distintos puntos, elevando el total a 27 imputados por bloqueos y daños a vehículos y establecimientos. De acuerdo con el fiscal Manuel Alonso García, estas capturas forman parte de la estrategia “Blindaje Aguascalientes”, que combina inteligencia policial, patrullajes y sobrevuelos de reconocimiento para restablecer el orden.
Los rumores corrieron
Ante estos hechos, autoridades municipales de Rincón de Romos y El Llano difundieron mensajes exhortando a la población a permanecer en casa si no había necesidad de salir. Esto provocó psicosis en algunos sectores, donde comenzaron a circular rumores sobre la cancelación de eventos y festividades programadas, como la Feria de la Uva, la Feria de los Chicahuales y el partido de fútbol del fin de semana.
Sin embargo, todo quedó en especulaciones, ya que ningún evento fue cancelado y se realizaron sin inconvenientes, eso sí, bajo estrictos parámetros de seguridad.
La raja política no podía faltar
Frente a estos hechos atípicos en una entidad caracterizada por tener índices de violencia muy por debajo de la media nacional, no faltaron actores políticos locales -particularmente de partidos opositores- que intentaron sacar raja política de la situación. Incluso nuestros vecinos de Zacatecas, gobernados por Morena, de manera irónica anunciaron la instalación de retenes de seguridad en sus límites con Aguascalientes, como si ignoraran que buena parte de quienes delinquen en esta región se refugian en su territorio.
Mientras tanto, algunos actores locales llegaron a comparar los hechos con el “Culiacanazo”, aunque en este caso las autoridades detuvieron a los responsables y no se prevé su liberación, a diferencia de lo ocurrido bajo el gobierno de López Obrador.
Por otra parte, una parte de la sociedad cayó en el alarmismo y las especulaciones, llegando incluso a suspender sus actividades cotidianas. También hubo quienes se alarmaron por la mayor presencia de cuerpos de seguridad en las calles, cuando en realidad dicha presencia era una respuesta institucional efectiva ante un hecho de esa magnitud.
La coordinación entre las autoridades
En muchos estados del país, la coordinación entre el gobierno estatal, federal y municipal es precaria. No es el caso de Aguascalientes. Basta recordar las entrevistas publicadas por LJA con el encargado de la Guardia Nacional, el general de la 14ª Zona Militar y el Fiscal General del Estado, donde se evidenció una excelente articulación institucional, la cual quedó demostrada durante la jornada del sábado.
En otros estados, probablemente los resultados no habrían llegado tan rápido. Lo que realmente preocupa de lo ocurrido el fin de semana no es sólo la capacidad de reacción del gobierno, sino también la capacidad de los criminales para incendiar tiendas y vehículos en cuestión de minutos. Eso es lo que debe prender las alarmas. Aun así, debe reconocerse que hubo eficacia y, afortunadamente, no se registraron pérdidas humanas.
Incluso las corporaciones municipales reaccionaron con rapidez, realizando detenciones inmediatas, sin importar los rumores ni las versiones encontradas que circulaban en redes y chats políticos. Se demostró que cuando hay disciplina y profesionalismo, los resultados importan más que los reflectores.
Los frutos de las mesas de seguridad
Las acciones inmediatas que se tomaron frente a las provocaciones del crimen organizado son también fruto de las mesas de seguridad, tanto aquellas en las que participa la sociedad civil, como las que se celebran de manera periódica entre alcaldes y la gobernadora Tere Jiménez.
Quedó claro que la decisión del Ayuntamiento de la capital de sumarse recientemente a un convenio de coordinación en materia de seguridad con el gobierno estatal fue un acierto estratégico, aunque algunos aún no lo comprendan.
Las historias engarzadas
Como si se tratara de un guión de ficción, tras la difusión de las fotografías de los detenidos en el campamento criminal, una madre buscadora identificó a su hijo entre los aprehendidos. El adolescente había sido reportado como desaparecido hace ocho meses, y la última vez que se le vio fue en el municipio de Asientos. La madre reconoció sus prendas y solicitó a las autoridades la confirmación de su identidad.
Este caso no es único: al menos tres detenidos más también cuentan con reporte de desaparición, lo que revela un preocupante fenómeno de reclutamiento forzado de jóvenes en situación de vulnerabilidad por parte del crimen organizado. Estos focos rojos deben ser atendidos con urgencia por las autoridades para evitar que se repitan escenas como las que lamentablemente ya se han normalizado en estados vecinos.
Ganadoras Dolores Castro
El IMAC dio a conocer a las ganadoras de la edición 2025 del Premio Dolores Castro, un galardón que desde su creación en 2012 se ha consolidado como uno de los certámenes literarios más importantes para autoras mexicanas.
Este año, la convocatoria registró un incremento de participación superior al 18 %, consolidándose como la más concurrida hasta la fecha y reflejando el creciente interés de las escritoras por visibilizar sus voces en géneros tan diversos como la ilustración, la poesía, la dramaturgia, el ensayo y la narrativa.
Las ganadoras en las distintas categorías fueron: Sofía Hinojosa Reyes, Carla Xel-Ha López Méndez, Adriana López Ruíz, Kennia Poulet Rosado Cervantes y Erika Said Izaguirre.